A veces sucede que no me gusto a mi misma... y prefiero guardarme un tiempo mientras me receteo. Por eso mi baja de Facebook y mi nula inspiración para este blog en el que ya empezaba a escribir pelotudeces. Espero volver pronto
Y comienza a salir el sol… Di el examen que me tenía tan estresada y creo que me fue bien! El conflicto con gente querida amainó y ya comenzaron las muestras de buena voluntad por lo que veo muy cerca el total reencuentro.
Y no se… A veces me siento superada con esa inseguridad de poder rendir en todo lo que yo misma me he impuesto. Incomprendida por quienes me interesan, dolida con los cambios de actitud, y sola… por que la soledad me ha hecho enrollarme más de la cuenta con todo es esto.
La familia es… la familia y estar mal con algunos de ellos duele mucho. Menos mal que fueron pocos días... Creo que es momento de centrarme en las cosas buenas que tengo que son muchas y dejar de pensar. Ya se que como post está terrible de latero, pero así como dije antes que me sentía pésimo hoy quiero decir que ya no, que comienzo a estar mejor y esperanzada.
viernes, 10 de julio de 2009
A veces uno se siente mal… pésimo y no queda más que esperar que el tiempo pase y lo que nos afecta quede atrás, muy atrás… A pesar de que como blogera pueda parecer exhibicionista de mi vida, ´ soy bastante reservada de algunas cosas y por eso no contaré la situación que atravieso ni señalaré a los involucrados.
Cuando se hacen compromisos que implican futuro siempre hay imponderables y a veces las situaciones cambian para ambas partes. Sabiendo que esa era una posibilidad muy cierta me decentré, lo asumo y deje de cumplir con mi parte de la manera acordada porque me sentí ofendida, tratada con frialdad de parte de alguien que no pensé lo haría. Aunque si ofrecí una alternativa de salida rápida que al menos a mi me parecía justa.
La calidez y la confianza se había esfumado...
Y me alejé… y por un tiempo olvidé… y no enfrenté… y hasta deje de hacer…
Finalmente aunque tarde se cumplió lo acordado inicialmente… …y pensé que todo se zanjaba porque desaparecía la manzana de la discordia y que bien todo volvía a ser como antes o nos distanciábamos en paz. Pero aquí estoy tapada de recriminaciones… nada vale mi anterior conducta intachable ni las experiencias compartidas, ni el que sepan que me expreso de manera directa sin necesidad de encriptar nada.
No entiendo que busquen significados ocultos en mis palabras… De verdad alguien puede pensar que los hay?
Y puede que no me hayan querido ofender expresamente… y yo sea demasiado sensible.
Ya no importa, pasó.
Equivocaciones... por ambos lados Desilusiones… mútuas Dolor, obvio.
Lección de vida: “No hagas nada por otro si es que no te lo pedido expresamente.”
Qué hace a un chico le guste una chica y viceversa? Por qué a veces es mutuo y otras no correspondido? Grandes interrogantes, porque según se dice el amor mueve montañas y toda nuestra historia no sería la misma si se hubiese tejido sólo en torno a intereses económicos (lo siento Marx, pero no podemos negar la fuerza del sexo).
Cuando era chica me encontraba tan fea que pensaba que nunca le gustaría a un chico… así que me programé para asumir dignamente la soledad mientras desviaba mis sueños y fantasías juveniles a preocupaciones intelectuales, sociales y políticas, postergando expresamente mi vida sentimental. Pero cuando las hormonas comienzan a zapatear no hay nada que hacerle, así a que a los 15 años poco después de mi primera regla, comenzaba a sentir la atracción física y la cascada de sensaciones que provoca lo que llamamos enamoramiento.
Por años me negué a relacionar este enamoramiento químico con sentimientos y entrega, quizá por miedo a perder mi autonomía, miedo a sufrir, miedo a transformarme en quien no quería (un ama de casa de pueblo) o todos ellos juntos. O de puro determinada y fuerte que era no más la muy choriza de las pampas… Pero como lo he contado en otros posts un día me di permiso a enamorarme de verdad y jamás me arrepentiré de eso, es total amar y ser amado! Otro día me di permiso para ser jugada y tampoco me arrepiento, ya saben.
Es cierto que cuando somos jóvenes los que son guapos tienen harta ventaja a la hora de ligar y cuando somos mayores, también, jaja. Pero te das cuenta que a nadie le falta dios como decían las viejas de mi tiempos, ya que para establecer una relación son fundamentales muchas otras cualidades. La simpatía, el humor, la sensibilidad, la cultura, los temas en común, el estilo, el carácter, la personalidad, los gustos, los hábitos, las actividades, intereses y capacidad engrupística son gravitantes. Pero que es lo que pasa antes de saber nada acerca ellos?
Al menos yo nunca he tenido un tipo preestablecido de hombre así como para gustarme. Sino que he sentido las feromonas y como por suerte hasta ahora siempre ha sido mutuo, me dejado engrupir… Por supuesto que encuentro estéticamente bellos a esos minos metrosexuales de torsos lampiños y bronceados, pero no me provocan nada… Durante mi vida adulta todos los minos que me han gustado han sido peludos… o sea, más allá de los patrones de belleza establecidos, me tira la testosterona parece…
Además soy terriblemente regodeona, estando soltera, pasaban meses sin que alguien me hiciera tilín, así que “mejor sola que mal acompañada”, era una frase que acostumbraba a usar. Pero no todos somos iguales: en la universidad tenía una amiga ninfomaníaca que decía sin arrugarse que le gustaban “todos” y que encontraba que éramos igual de activas sexualmente, aunque yo sólo follara con mi novio y ella con chicos diferentes cada semana… También están todas esas historias de amistades hombre-mujer donde jamás hay química sexual… Y los sufridos amores no correspondidos…
Definitivamente no es algo que podamos explicar desde la psicología o la sociología. La mejor respuesta que he visto frente a las interrogantes de cómo ligamos, es que todo depende de los neuropétidos, como lo explica la película “¡¿y tu que sabes?!”. Así que los invito a verla: les dejo acá un pequeño extracto, pero de youtube o google la pueden bajar completa.
…No somos nosotros los coquetos… son nuestras células las que se ponen cachondas con las células de otro y se ponen a descargar neuropétidos. ¡Todo un cuestionamiento al tan empoderado Ego!