que he hecho estos días...

Comenzó el 2010 y tengo el blog tirado…
si, he estado ocupada pero no tanto
como para decir que no he tenido tiempo de escribir,
de hecho he tomado papel y lápiz
y me ha dado por hacer haikus.

Ya se que este humirde blog es personal
y no tiene temática alguna más que la amena prosa
en que cuento mis andanzas.
Pero me di cuenta de que escribir el presente
es muy distinto a lo que hasta ahora
había experimentado con las palabras.

Y bueno, que va…
me sigue gustando relatar,
llevar mi bitácora existencial
así que me pongo al día.

El año nuevo lo pasé en Reñaca
mi marido con unos amigos
armaron un viaje relámpago y ya…
Allá estábamos sin reservas
los muy patudos buscando donde cenar.

A esa hora Valparaíso era imposible,
así que partimos rumbo a Concón que es mas piola
y a pesar de la alta demanda
nos hicieron un espacio y nos armaron una mesa especial.
Luego volvimos al departamento
y vimos los fuegos artificiales desde la terraza.

El día siguiente fue un relajo…
comer, seguir bebiendo, salir a caminar
y a ratos leer los libros que había recibido como regalos:
El Símbolo perdido de Dan Brown
y Un curso de milagros.

Estaba tan en otra que hasta se me había olvidado
que el sábado tenía turno en el hospital…
así que me levanté a las 6:00
y ahí estuve para ver a los pacientes
y abrazar a mis colegas.

Retomaba el ritmo y me ofrecieron ir a Chiloé
a hacer acupuntura en el Hospital de Ancud
para que gente que estudia allá pudiera hacer sus prácticas.
Como los que me conocen saben que parto
para donde se me para la cola, allá partí
no sin antes ejercer mi derecho a voto ese mismo día…

(no me referiré al resultado de las elecciones,
puesto que todos ya saben lo que pienso
y no quiero ser tan prejuiciosa e intolerante
de empezar a criticar cuando el tipo y los suyos
aún no asumen ni han tomado medidas…
después de eso… no pienso censurarme ;)

La experiencia en Ancud fue muy buena,
una porque me tocó compartir trabajo y cabaña
con una chica con la cual nos ubicábamos en buena onda,
pero que nunca habíamos tenido oportunidad de conversar
y por tanto conocernos.
Y allá nos transformamos casi en hermanas.

La cabaña en cuestión era como entre de cuentos
y casa de muñecas... pero era
la parte de atrás de una iglesia
donde antes vivía un cura
(lo pongo porque el dato me parece freak)

Tan Freak como que estaba ubicada
entre distintos hogares de enfermos mentales
ya que en la isla hay muchos,
que cada vez que salíamos nos saludaban amablemente
diciéndonos: hola tíiiia


Las chicas sureñas que hacían la práctica son un encanto,
especialmente una doctora colombiana
que nos pegó a todas su acento.
La experiencia con los pacientes también fue increíble
ya que hasta el momento
no había hecho tratamientos intensivos de frecuencia diaria
y quedé felizmente sorprendida con los resultados.



El lado B del asunto
es que como estábamos en una parte del hospital
que ya está para demoler, onda las paredes con musgos...
quedamos llenas de pulgas.
Cuando al llegar se lo conté a mi marido y me dijo
así como con asquito:
“que te gusta el servicio social linda pulgosa”
con lo cual tuve que sanitizarme a mi misma
y a toda la ropa que venía en la mochila
antes de dar los abrazos correspondientes
incluidos los gatos.

Lo otro medio penca es que muchos chilotes
siguen sin saber lo que es la atención al cliente.
Entonces cuando te encuentras en un lugar que te atienden bien,
puchas que se agradece.
En Ancud les recomiendo el restaurante Cangrejo,
las parrilladas, hay una sola así que no importa
que se me haya olvidado el nombre
y en Caulín lugar de ostras, el restaurante antiguo
(hay tres, pero es el que está al medio y donde más autos hay fuera)
Deben ir a degustar ese manjar recién sacado del mar a pocos metros
Mmmmm, nada que ver con las ostras del super.
Y quedarse el día en Caulín a pasear y disfrutar
del paisaje si es que no llueve
y de los hermosos cisnes que nadan frente a uno.

Y ahora no sin antes despedirme
me perderé nuevamente…
me voy a Mendoza a un Vipassana,
un retiro en silencio, pero creo…
…volveré.