lunes, 14 de enero de 2008

Mas allá de nuestro ombligo

Por qué somos tan antropocéntricos…
Creemos que el hombre
es la piedra angular de la creación…
que dios nos hizo a su imagen y semejanza,
e incluso que nos entregó
el resto de la creación para nuestro disfrute.

Y resulta que ahora
por la mala administración
que hemos hecho de este divino comodato,
nos lo estamos cargando.

El cambio climático
con su presunto calentamiento global
están aquí para hacernos sentir culpables
de todos estos daños.

Así como años atrás
los pecados de los malos cristianos
eran la causa de las catástrofes
y de todos los males de la sociedad,
hoy lo son todos los comportamientos
comúnmente llamados antiecológicos,
en su mayoría impuestos por la sociedad
que al mismo tiempo
que obligarnos a vivir de cierto modo,
busca hacernos sentir culpables de ello.

Si hasta la generación de nuestros padres,
sentir deseos sexuales era considerado algo sucio
y que debía reprimirse,
pues era tan políticamente incorrecto
como hoy día cuestionar al reciente premio nobel
en su afán ecologista.

Es obvio que la contaminación
le hace mal al planeta
del que somos tan huéspedes
como los bífidus de nuestros intestinos.
Y por ello deberían buscarse energías limpias en serio
y no utilizar políticamente como hasta ahora,
los parques eólicos y fotovoltaicos,
que nunca darían abasto a la creciente demanda energética,
a fin de hacer crecer el mercado de los bonos de carbono,
que claro, es dominado por las mismas
empresas generadoras de energía…
que son las que financian
los partidos políticos en los países democráticos
y compran a dictadores o monarcas en los otros.

El clima cambia… es evidente.
Pero no es acaso un proceso natural de este planeta
como lo es pasar del día a la noche
y de la primavera al verano?
Cada doce mil años hay glaciación
la que coincide con un cambio geográfico
de los polos magnéticos del eje terrestre
Y bueno, vamos para allá.
Claro que justo antes de que comience una,
hay una breve etapa de calentamiento
-bueno, breve en tiempos geológicos,
para nosotros varios años-

Todo esto acarrea más de algún desastre…
y como a río revuelto ganancia de pescadores,
los de siempre ya tendrán su estrategia
y mientras menos sepa el resto…
mejor para ellos… es ventaja.

Lastima que estos temas
siempre sean planteados
por paranoicos de las conspiraciones
o por esotéricos delirantes,
que sólo alejan la posibilidad
de un debate serio y científico
de un punto vista
diferente al que nos muestran
los medios de comunicación.

O quizá aún seamos
aquella “chusma inconciente”
a la que se dirigía Arturo Alessandri
y que seducida por su carisma
le brindaba sus votos.

No merecemos saber los que pasa,
menos lo que pasará…

Adolfo Zaldivar, contó recientemente a revista Caras,
que tres días antes del terremoto de Tocopilla
el aún ministro Belisario Velasco le había confidenciado
que estaba muy preocupado porque sabía
que un terremoto de gran magnitud
remecería el norte grande…

-Se puede en la actualidad
predecir científicamente un sismo?
-Sabría Velasco que saldría tan pronto del gabinete?
-…y que mas sabrán?...

Creo que si escribo posibles respuestas
aparecería la guionista que hay en mí…
….aprovechando la huelga de Hollywood…ja ja.

2 comentarios:

Marce Mercado dijo...

Descubrí el otro día en un ataque de alucidez, autocompasión y cansancio...que a ratos me quedo tiempo mirándome el pupo...

pero respecto del tema del calentamiento globa...la verdad tí, desde que le dieron el Nobel de la Paz a Al Gore...me han entrado sospechas funadadas acerca de si no será otra estrategia comercial...

hoy hay una industria completa moviéndose en torno a esto...

mmm...

sospechoso...

Extraño fotosa de Castilla y León...

anímate y publicaaaa !!!!

Te quiero mucho

Marce

Anónimo dijo...

Publicar yo...
que cosa, de que?
Si soy lo mas politicamente incorrecta que hay.
No sirvo para dar opiniones lindas...
no puedo evitar ser crítica, ya lo sabes.
Y lo de las fotos...
sabes, que desde que son digitales dejaron de interesarme...
Estraño mi canos AE1 y mi ampliadora en blanco y negro, jaja