martes, 10 de marzo de 2009

Un amante...


Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.
Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en que ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.
Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnostico seguro: “Depresión” y la infaltable receta del antidepresivo de turno. Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ¡es un amante!

Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto.
Están las que piensan: ¡Como es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica! Y también están las que escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más.
A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición: Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido. A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby… En fin, es “alguien” o “algo” que nos pone de “novio con la vida” y nos aparta del triste destino de durar.
¿Y qué es durar? - Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia.
Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.
Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, se tú también un amante y un protagonista… de la vida. Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.
Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante…
La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo
trascendental: “para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida”.

Jorge Bucay


Hace unos días leí este texto
en el Blog de las Mujeres Chilenas de 30…
me pareció excelente…
pero fue hoy cuando me hizo especial sentido
al escuchar a una compañera en el Hospital
decir que se sentía realmente enamorada de
…la acupuntura.

Fue ahí cuando reconocí en mi ese sentimiento…
me acuesto todos los días con uno o más
libros de medicina china,
tengo una caja de agujas
y un set de ventosas caseras en mi velador,
busco todo que sea relacionado al tema,
chateo con compañeros comentando casos.
En vez de irme de vacaciones a un resort
o tomar un crucero,
preferí irme a China a hacer una pasantía,
durante la cual me tenía que levantar
a las 6:30 todos los días,
comer una comida que mi hizo bajar 3 kilos
y cagarme de frío en el duro invierno de allá…
Así y todo digo que la pasé increíble
tanto que no me quería venir…

Si, estoy enamorada…
y mi amante es la acupuntura!!!

5 comentarios:

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Yo diría que tengo varios amantes, jejeje. La musica, los blogs, el deporte. De hecho seria ideal que hasta me pudieran pagar por realizarlos, con más ganas los realizaría.
Saludos

Anónimo dijo...

Uf.... tá complejo... Te encuentro toda la razón, pero ahora lo que menos necesito es más intensidad en mi vida.

Las agujas sirven para la ansiedad también, mi Lau?

Un beso gordo.

Loren@ dijo...

Lauris que buen post!, y aunq no lo creas, cuando dijiste un amante! no pense que fuera en mi caso un hombre, si no una pasion por algo, algo que me guste hacer, que me entretenga, por mientras tengo: un amante ( de carne y hueso jajaj ), 7 libros que leer (voy en el primero), cocinar (dejo almuerzo preparado en las noches y quiero esmerarme este año y no solo comer arroz todos los dias ayer me mande una lasaña que mi hna comio su parte anoche jajajaja jaja), mi flia hoy en dia somos 5, para mi todo un desafio pq adoro mi soledad y espacio, pero me esta gustando ese boche que hay en casa.
Un abrazoooo

Bandolera dijo...

Bravo! completamente de acuerdo...también debemos aprender a tener sentimientos más que emociones, pues los primeros perduran y los segundos son un vaivén.
Creo que lo que planteas es la forma de ser feliz, independiente que tengas un gran amor (de pareja) éste no debe ser la razón única de tu vida....
un abrazo

Marcel Pommiez dijo...

Sólo se me ocurren (fiel a mi estilo) puras burradas para comentar, así que paso.

Un abrazo